Cuando cambié la habitación de mi hija, decidí guardar para mi uno de los módulos del antiguo mueble, y convertirlo en un improvisado zapatero.
Era igual que éste, que le tengo en el trastero del garaje.
Le lijé bien y mucho, todo hay que decirlo, y le di unas cuantas manos de pintura, para que quedara perfecto. En la base puse moqueta, para que al moverlo no rallara el suelo, y en la parte superior, hice un cojín blanco con topitos azules, a juego con la habitación, para que sirviera de asiento.
Y éste fue el resultado.
Un improvisado zapatero, en blanco que sirve de asiento, y situado debajo de la ventana.
El mueble que se ve a la izquierda, también le "tunee" para que hiciera juego con la habitación, pintándolo de blanco, antes tenía color madera oscuro. No se me pasó hacerle una foto del antes.
Mi lema: no hay que tirar nada, porque todo vale, y si no se nos ocurre nada hoy, ya se nos ocurrirá mañana.
Un saludo a tod@s.
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